martes, 16 de junio de 2009

Todos los “termómetros” marcan recesión

Carta Económica Semanal
RESUMEN

Cualquier forma de medición que se emplee la economía chilena está en recesión. Ella comenzó en el segundo semestre de 2008, siendo una de las primeras y más acentuada en la región. El Imacec de abril mostró que esa caída sigue dándose en el segundo trimestre, refutando las predicciones oficiales que en este lapso empezarían a darse manifestaciones de recuperación. No se quiere reconocer la realidad. La Cepal modificó a la baja su predicción de caída en la actividad económica de América Latina durante el año. Brasil constató oficialmente que se encuentra en recesión. El impacto de la crisis en los países emergentes y en desarrollo continúa dándose. Sin duda el curso global repercute en la economía chilena, pero también influye la mayor o menor fuerza de las políticas anticiclicas que se implementen, las cuales son todavía insuficientes.

Todos los “termómetros” marcan recesión

El indicador mensual de actividad económica del Banco Central (Imacec) se contrajo en abril, comparado con el mismo mes del año anterior, en 4,6%. Medido de esta manera cae por sexto mes consecutivo, siendo la disminución más acentuada en todo este período. Las cifras negativas se registran desde el mes de noviembre, siendo Chile uno de los países latinoamericanos más afectados por la crisis global. En el primer cuatrimestre del año, con relación a enero-abril 2008, la caída del Imacec fue de 2,8%.

Imacec noviembre 2008-abril 2009
(Fuente: Banco Central. Variación porcentual en doce meses)

Mes % Mes % Mes %
2008,noviembre -1,1 2009,enero -2,1 2009, marzo -0,7
diciembre -0,2 febrero -3,7 abril -4,6

Cuando en el segundo semestre de 2008 se completaron dos trimestre de cifras desestacionalizadas anualizadas negativas, concluyéndose que el país se encontraba en recesión, utilizando una forma de determinarla ampliamente utilizada en el mundo, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, sacó la teoría de que siempre debe tomarse la temperatura con el mismo termómetro. “Yo me pregunto –señaló- ¿por qué algunos han descubierto ahora esta manera de medirlo (...)? Yo creo en tomar la temperatura a la criatura siempre con el mismo termómetro. Usemos el que siempre hemos usado de modo que las cifras sean comparables en el tiempo. Si hacemos eso vemos que la economía chilena ha seguido creciendo a diferencia de casi todas las economías del mundo, que se están contrayendo (…)” (14/01/09).

En su opinión la comparación debía hacerse en doce meses. Su afirmación la efectuó al comenzar el año, cuando ya el Imacec anualizado anotaba cifras negativas durante dos meses seguidos. Luego, se han agregado otras cuatro. Por tanto, en cifras calculadas con este termómetro la economía también cae durante dos trimestres consecutivos. Chile se sumó claramente al curso global de la economía que experimenta una baja en la producción de bienes y servicios. A este análisis errado se condujo a la presidenta de la República. “Cuando en el mundo se habla de contracción – declaraba en esos mismos días Michelle Bachelet – nosotros hablamos de crecimiento” (06/01/09). Las cifras no lo avalan.

Ha existido una actitud permanente de intentar inútilmente minimizar los efectos en Chile de la crisis global y en no querer reconocer la realidad . Cuando ya todos los termómetros indican “recesión” el ministro se negó a utilizar este término diciendo que prefería “un adjetivo que la gente entiende con más facilidad, es un momento –dijo- difícil (…) que tiene elementos y factores complicados” (06/06/09). Antes de esta afirmación, cambiando de termómetro empezó a comparar con los meses precedentes, particularmente con la fuerte caída del Imacec de febrero, para así llegar a la conclusión que la economía se estaría estabilizando, no seguía cayendo. Pero, la contracción de abril volvió a refutar su análisis.

Desde luego, no se puede llegar a conclusiones generales comparando un mes con el anterior, dado que influirán siempre factores coyunturales, cuya significación se ponderará mejor en una perspectiva más amplia, pero no en lapsos tan largos que hagan imposible entender los cambios veloces que se vienen produciendo. La OCDE por ello ha ido construyendo un “indicador adelantado” que permita dar una visión de lo que acontecerá en los próximos seis meses. Lo grave de la conducta oficial es que las medidas necesarias de adoptar para enfrentar la situación resultan así insuficientes y se busca argumentos rebuscados para insistir en que el país continuaría mostrando una “economía sólida”, a pesar de la caída de la actividad económica, de la fuerte contracción en sectores económicos de gran importancia y el elevado nivel de desempleo.

Una de las variantes claves para definir el curso de una economía como la chilena tan abierta al mundo está en lo que acontece a nivel global. El FMI, según volvió a reiterarlo su director gerente, Dominique Strauss-Kahn, en el Foro de las Américas efectuado en Montreal, es que ”la recuperación se empezará a producir en la primera mitad de 2010”, pero ello “sólo es posible si se aplica la política adecuada” (09/06/09). Strauss-Kahn en su intervención enfatizó que en muchos países emergentes “el drama es mucho mayor que en los países desarrollados” y que sus cifras en varios casos “realmente dan miedo”. Por su parte, el Banco Mundial (BM) cifró en -3% el producto global en el año.

El indicador adelantado de la OCDE, que busca prever el curso de los acontecimientos en los próximos seis meses elaborado con información de abril, concluye que las tres mayores economías avanzadas, o sea EE.UU., Japón y Alemania, que explican un porcentaje muy elevado del producto mundial, experimentarían más adelante una evolución con mejoría muy escasa. Para la mayoría de las economías avanzadas el indicador “apunta a un deterioro menos intenso”, pero observando que aún es prematuro para afirmar si el cambio de tendencia es temporal o definitivo. En el caso de los países emergentes su estudio llega a la conclusión que sólo China e India empezarían a revertir el frenazo económico en el segundo semestre de 2009. Rusia y Brasil, los otros dos países miembros del Bric, se encuentran en recesión. Un dato positivo es, en cambio, que la producción industrial de mayo en China creció un 8,9% si se compara en doce meses, lo cual podría conducir a que se estabilice su demanda por cobre.

Las repercusiones en América Latina de la crisis iniciada en los países desarrollados son crecientes. Cepal recalculó la caída a producirse durante el año en la región, llevándola a -1,7%, su estimación anterior era de -0,3%, a causa explicitó de la pronunciada disminución de la demanda externa, el deterioro de los términos de intercambio y la contracción de las remesas enviadas por trabajadores latinoamericanos desde los países desarrollados. El presidente del BM, Robert Zoellick, advirtió del peligro de “cesaciones de pago en gran escala” de no obtener países emergentes el financiamiento que precisan (12/06/09). El desempleo latinoamericano aumenta, llegando a un 8,5% de la población activa en mayo pasado, según cifras de la Cepal y la OIT. Brasil entró oficialmente en recesión. Sus autoridades lo constataron al caer su producto durante dos trimestres sucesivos en comparación con los precedentes, el mismo “termómetro” que Velasco no quiso emplear. En octubre-diciembre la disminución fue de 3,6% y en enero-marzo de 0,8%.

Para Velasco una demostración de la “solidez” de la economía chilena se expresaría en que la inflación esté descendiendo, volviendo a anotar en abril un IPC negativo con relación a marzo de –0,3%, creciendo en doce meses 3%. En estricto rigor, además de factores externos, el descenso en el índice de precios refleja la fuerte contracción experimentada por la demanda interna, que no constituye precisamente una demostración de “solidez”. La mayor incidencia porcentual en la cifra negativa del IPC provino del Grupo Salud – la mitad de la reducción – por la guerra de precios, después de su colusión, desatada entre las grandes cadenas farmacéuticas. Otro porcentaje importante fue causado por la baja en los precios de los paquetes turísticos, consecuencia de una parte de la situación económica global y de otra de los temores provocados por la propagación del virus A(H1N1).

La disminución de la inflación en doce meses de Chile es la mayor – con la excepción de China – si se compara con los países integrantes del G-20, que representan cerca de un 80% del producto mundial. Las variaciones de la reducción de los precios tiene, en el caso del país, dos explicaciones fundamentales: la fuerte caída durante varios meses en las cotizaciones de los commodities en los mercados internacionales y la contracción de la demanda interna. Dado que los precios de los commodities se están recuperando, aunque todavía lejos de sus niveles más altos en 2008, las causas locales claramente tienden a transformarse en las dominantes de ese descenso.

El Imacec de abril nuevamente mostró los errores en las predicciones del Banco Central. Su informe de política monetaria de mayo, es decir cuando ya había transcurrido buena parte del segundo trimestre de 2009, sostuvo que la “recuperación” de la economía “debería comenzar a apreciarse con mayor nitidez a partir del trimestre en curso” . La encuesta mensual de expectativas del propio Banco Central, elaborada en base a una consulta a 31 académicos, ejecutivos y consultores de instituciones financieras, concluyó en que durante el trimestre abril-junio el producto descenderá en un 2,5% en doce meses, o sea una cifra superior a la reducción experimentada en enero-marzo de 2,1%. Por tanto, la “recuperación” anunciada no se produjo en el segundo trimestre del año. El Imacec de abril pone en entredicho además la afirmación del informe, absolutamente poco realista, de que al finalizar 2009 la economía crecería “cercano a su nivel de tendencia”, o sea superior al 4%, de acuerdo a las estimaciones oficiales realizadas hasta ahora. Sus informes anteriores quedaron también rápidamente obsoletos.

Por sectores, la caída de actividad de abril fue encabezada por la producción industrial, que se redujo – de acuerdo a las cifras de Sofofa – en 14% en doce meses, por séptimo mes consecutivo, mientras las ventas lo hacían en 12,7%. En el primer cuatrimestre, la disminución fue de 11,8% si se compara con enero-abril del año anterior y las ventas cayeron en 11,1%. Igualmente, la construcción y el comercio anotaron reducciones elevadas. La caída en la producción industrial ha sido una tendencia general en América Latina.

Indice de producción y ventas industrial
(Fuente: Sofofa. Variación porcentual de doce meses)
Mes Producción Ventas Mes Producción Ventas
2008, octubre -0,1 -3,2 2009,enero -10,4 -8,6
Noviembre -6,5 -8,0 febrero - 9,7 -2,7
Diciembre -4,3 -0,5 marzo - 7,5 -7,9
abril -14,0 -12,7

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