jueves, 16 de julio de 2009

UN LIDER LLAMADO LUIS EMILIO RECABARREN SERRANO


Por Iván Ljubetic Vargas, historiador y escritor.

“Y cuando tantos dolores
reuní, cuando tanta sangre
recogí en el cuenco de mi alma, vi venir del espacio puro de las pampas inabarcables
un hombre hecho de su misma arena
un rostro inmóvil y extendido,
un traje con un ancho cuerpo,
unos ojos entrecerrados
como lámparas indomables.
Recabarren era su nombre”
( Pablo Neruda: “Canto General”)

Luis Emilio Recabarren Serrano nació en Valparaíso el 6 de julio de 1876. Sus padres, José Agustín Recabarren y Juana Rosa Serrano, eran pequeños comerciantes. Tenía cinco hermanas y un hermano.
Estudió cuatro años en Escuela Santo Tomás de Aquino de ese puerto. Su familia se trasladó a Santiago. En la capital, a la edad de 14 años, comenzó a trabajar como obrero en una imprenta. Pronto aprendió el oficio de tipógrafo.
A pesar de ser duramente explotado, con largas jornadas, bajos salarios, agotadoras labores, tuvo la fuerza y la responsabilidad de leer, de estudiar. Fue un autodidacta que, capacitándose por su cuenta, se transformó en uno de los grandes intelectuales que ha tenido nuestro país.
Pero, más importante que eso, puso sus conocimientos al servicio de los trabajadores.

SE INCORPORA A LA LUCHA SOCIAL
En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en la lucha social. Tenía por entonces, 18 años de edad y fue atraído por los discursos de los dirigentes de ese partido que hablaban de defender los intereses de los trabajadores.
La clase obrera chilena había surgido en los años 20 del siglo XIX . Nació combatiendo. La primera huelga obrera estalló en 1834 en el mineral de plata de Chañarcillo, cerca de Copiapó. En el siglo XIX hubo 110 huelgas.
Recabarren comprendió que los trabajadores sólo podrían jugar su rol histórico si unían a la combatividad, una firme conciencia de clase; por eso se dedicó a educarlos. Para ello utilizó todos los medios a su alcance.

IMPULSOR DE LA PRENSA OBRERA
Fue el promotor de la prensa de los trabajadores, el medio de comunicación más importante en su época. Creó 11 periódicos y escribió en 50.
Tenía 23 años de edad, cuando en 1899, fundó lo que se considera el primer periódico obrero creado por Recabarren. Fue el semanario “Democracia”, de Santiago.
En el año 1900 escribió: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
En 1903 vivió un importante hecho, que años más tarde, lo evocó así:
“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo de obreros de Tocopilla y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para comprar una imprenta. La Mancomunal de Obreros de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a que usted nos acompañe a comprarla’.
¿Y que van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.
Me contestaron: ‘Un periódico’.
¿Y quién se los va a escribir?
‘No tenemos quien nos lo escriba, pero confiamos en que usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’
Y concluyeron por decirme: ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.”
Fue así como Recabarren viajó al norte, en septiembre 1903. En Tocopilla no sólo fundó, dirigió, escribió, tipió y editó el periódico “El Trabajo”, sino que pronto se convirtió en dirigente de la Mancomunal de Obreros de Tocopilla.

LE ROBAN LA DIPUTACIÓN
En marzo de 1906, Recabarren fue elegido diputado por Antofagasta, siendo el primer diputado obrero electo en América. Pero la mayoría reaccionaria del Congreso le quitó ese cargo que había conquistado limpiamente.
A propósito de esto, hay quienes afirman que le arrebataron la diputación porque se negó a jurar. Y esto es falso. Juró, declarando su disconformidad por tener que hacerlo de una forma en que no estaba de acuerdo. Pero, a pesar de esto, su juramento fue aprobado por la mayoría de los diputados presentes en la sesión de la Cámara.
¡A él lo despojaron de su diputación porque era un obrero!.
El propio Recabarren en su obra “Mi Juramento”, publicado en 1910, escribió: “Volví a Chile a fines de 1908, cumplí mi prisión y a fines de 1909 recorrí el país entre Valparaíso y Osorno. En este viaje constaté el hecho que alrededor de mi nombre y de mis actos se había tejido una malla de mentiras que en poco casos pude destruir. Era creencia general –y lo es aún- que en 1906, al incorporarme a la Cámara de Diputados yo me negué a prestar el juramento reglamentario y que este hecho había sido la causa de mi expulsión del Congreso. Esto es falso, pues yo juré en cumplimiento y conforme a la ley”. (Luis Emilio Recabarren: “Mi Juramento”, en “El Pensamiento de Luis Emilio Recabarren”, Austral, 1971, páginas 253-254)

REPUDIANDO LA MASACRE DE 1907
Don Reca, estando exiliado en Buenos Aires, escribió varios artículos repudiando la matanza de 1907, llevada a cabo durante el gobierno reaccionario de Pedro Montt. En uno de ellos titulado “La barbarie burguesa en acción”, afirmó:
“Emplear la crueldad extrema, infundir el terror en el menor tiempo posible, desbaratar toda organización que pueda resistir, he ahí el plan de los burgueses chilenos”.(Reproducido por “La Voz del Obrero”,. De Taltal, el 13 de enero de 1908)
Los esfuerzos de Recabarren por reconstruir el movimiento sindical clasista tuvo sus primeros frutos en 1912 y culminó con la formación de la Federación Obrera de Chile, la gloriosa FOCH, el 25 de diciembre de 1919..


TERESA LLEGA A SU VIDA
Julieta Campusano escribe en 1971: “Hasta Luis Emilio, tranquila, risueña, dispuesta a endulzar su dura vida, llega Teresa Flores. (Julieta Campusano: “Luis Emilio Recabarren ilumina nuestro camino revolucionario”, en “Principios” Nº 140, agosto-septiembre 1970,
página 107)
Recabarren conoció a Teresa, una joven proletaria de 18 años, estando preso en la cárcel de Los Andes, cuando ésta acompañaba a su padre a visitar a otro reo. Se conoce una carta que, con fecha 20 de mayo de 1909, le escribió desde su celda de prisionero político. Allí le dice:
“Tu compañía me fortalecerá. Tengo la convicción de que tu persona me dará más bríos para luchar. Tú me inspirarás y harás que mis pensamientos sean cada vez más hermosos, y a medida que esto se produzca tú irás bebiendo en mis labios el amor que yo beba en tu alma... Unamos a nuestra dicha la dicha de todos. Así nuestra felicidad será tan inmensa como inmensa sea la felicidad de todos”. Luis Emilio tenía por entonces 33 años de edad
Julieta Campusano recuerda: “Lafertte con trazos claros y frescos dice de ella: “Teresa Flores, su compañera, era por aquellos días la verdadera mujer de un líder proletario, que no sólo lo acompañaba como tal, sino también en las actividades políticas” (Julieta Campusano: obra citada)

EL APORTE TEÓRICO DE RECABARREN
Osvaldo Fernández señala: “La posibilidad de un ‘marxismo latinoamericano’ se plantea por primera vez de una manera fecunda, durante el período que se sitúa entra la I Guerra Mundial y la crisis del año 29, con Luis Emilio Recabarren (1876 –1924) en Chile, Julio Antonio Mella (1903 –1929) en Cuba, y José Carlos Mariátegui (1894 – 1930) en Perú...
En Recabarren representa la reacción del proletariado del ‘enclave’ a la explotación. Esta óptica será dominante en su intervención teórica, como en su práctica política. Desde ella articula la lucha sindical, en ella apoya sus ideas acerca de la revolución, dentro de esta perspectiva tomó conciencia de la revolución rusa, elaboró sus proyectos culturales, y desde allí, también, irá poco a poco emergiendo su concepción del marxismo”. (Osvaldo Fernández: “Sobre los orígenes del marxismo en América Latina” en “Araucaria” Nº 23 – 1983, páginas 53 y 54)
Según Orlando Millas,”las primeras obras marxistas –hablando en un sentido riguroso- de Recabarren son ‘La huelga de Iquique en diciembre de 1907’ publicado en Santiago a fines de 1910, con el subtítulo ‘La teoría de la Igualdad’... La otra obra es ‘Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana’, donde se analiza lo que la república oligárquica significó para la clase obrera. Creo que estos dos títulos, más el folleto ‘Mi Juramento’, también del año 10, deben considerarse como la primera expresión del marxismo en Chile.”
(Orlando Millas: “El Marxismo en Chile” en Araucaria Nº 15 – 1981, página 70)
Posteriormente, Recabarren escribió una serie de trabajos en el mismo sentido.

“EL DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”
De los once periódicos fundados por Recabarren el más importante es “El Despertar de los Trabajadores”, de Iquique, cuyo primer número apareció el 16 de enero 1912.
Su nacimiento fue saludado jubilosamente por los obreros de la zona. Pero, desde el comienzo, perseguido con saña por los patrones. Prohibían su entrada a las salitreras y otras industrias. Sin embargo, los trabajadores, arriesgando la pega y la libertad, lo leían.
Salvador Ocampo, un obrero que llegó a ser senador de la República, entregó el siguiente testimonio:
“Yo trabajaba en una cuadrilla de cargadores de la Chile Exploration Company de Tocopilla. Era una especie de arrenquín, que ayudaba a los trabajadores en las cosas más esenciales y les preparaba sus alimentos para los momentos de descanso. Esto ocurría hacia 1912. Yo tenía 10 años de edad.
Esta cuadrilla estaba compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que había por esos lados. Todos, la gente más buena y más humana que he conocido. Algunos de ellos compraban ‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba en Iquique y que llegaba hasta allí clandestinamente. Serían unos diez o doce los que compraban ‘El Despertar’.
La cuadrilla se componía de 40 obreros. El caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía, yo veía como leían los títulos con grandes dificultades –eran pocazos los que sabían leer- y después se guardaban el diario.
Pues bien, cuando supieron que yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo buscaba si venía algún artículo con su firma. Si no venía, les decía: ‘No, Recabarren no dice nada aquí’. Pero insistían: ‘Bueno, pero es que ... ¡el editorial!, pues Guachito, ¡esa es la palabra de Recabarren!’.”
Hasta aquí el relato de Salvador Ocampo.


EL ARTE UN MEDIO DE EDUCACIÓN
Recabarren también usó el teatro para educar a los trabajadores. Formó grupos artísticos, escribió obras para ponerlas en escena y él mismo actuó, cuando fue necesario.
Uno de los que cooperó con Recabarren fue el gran dramaturgo proletario Antonio Acevedo Hernández., Premio Nacional de Literatura 1957.
Orlando Millas nos relata que este gran escritor frecuentaba, hacia 1960, las oficinas de redacción de “El Siglo” llevando sus colaboraciones. Al final de su existencia recordaba a Recabarren “como el maestro que despertó en él la conciencia de su dignidad”.
El líder obrero echó mano a las melodías de moda, a las cuales ponía letra combativa. Por ejemplo, con la música del aria de la ópera Nabuco, creó el Himno al Primero de Mayo.
En uno de sus versos decía:
“Despertad, oh falange de esclavos!
de los sucios talleres y minas,
los del campo, los de las marinas,
tregua, tregua al eterno sudor!”
Aprovechó también la música de la Canción de Yungay, para escribir el himno “A unirse”,
cuyo coro era:
“Alegres cantemos
el triunfo social
que al fin los obreros
uniéndose están.
El sol socialista
la vida será
el día que todos
amemos la paz.”

ANTIMILITARISTA
Recabarren fue el primero que, desde posiciones revolucionarias, abordó el problema del militarismo.
Escribió muchos artículos sobre el tema. Por ejemplo, el 9 de junio de 1904, apareció en ‘La Voz del Pueblo’ de Valparaíso un artículo suyo donde planteaba:
“¿Para qué sirve el Ejército? Para aplastar solamente a la clase obrera. Para acabar las huelgas. Para ponernos cadenas. Para defender nuestros tiranos”.
El 5 de octubre de 1924 declaró: “Hemos sido, somos y seremos siempre antimilitaristas, porque estamos convencidos que el militarismo es la afrenta de toda civilización, es la carga más inútil y pesada que soportan los pueblos, y es la amenaza permanente de todos los derechos. El militarismo será siempre la fuerza opresora con que la clase capitalista explote al pueblo”.


INTERNACIONALISTA
Recabarren fue un consecuente internacionalista. En Argentina, donde estuvo exiliado de 1906 a 1908, y a donde viajó más tarde en 1916, participó activamente en el movimiento sindical y fue uno de los fundadores del Partido Comunista argentino.
Orlando Millas escribió: “Valerián Goncharov, historiador soviético, en su libro ‘El camarada Victorio..., evoca la fundación del Partido Socialista Internacional, como se denominó inicialmente el Partido Comunista de Argentina: ‘En una fotografía con toques amarillados que le dio el tiempo aparece un salón repleto de gente. Entre los presentes, se pueden distinguir a Victorio Codovilla, Luis Emilio Recabarren, Miguel Contreras, Juan Ferlini’. Eran los primeros días de enero de 1918”. (Orlando Millas: “La semblanza biográfica de Victorio Codovilla”, en Boletín Exterior del Partido Comunista de Chile Nº 59, mayo-junio de 1983, página 89)
Américo Zorrilla escribe en 1981: “El 11 de octubre de 1908 tomó contacto en Bruselas con la Internacional Socialista con ocasión de una reunión de Buró donde participo Lenin..Recabarren había roto con el Partido Demócrata antes de salir de Chile y había fundado junto a la corriente obrera escindida del Partido Demócrata el Partido Democrático Doctrinario de efímera duración. Un artículo de Lenin sobre ‘La reunión del Buró Internacional Socialista’, aparecido en ‘Proletari’ deja constancia de la presencia allí de Recabarren, cuando expresa: ‘En el sexto punto del Orden del Día figuraba el ingreso del Partido Socialdemócrata de Chile, organizado después de la escisión del Partido Democrático de dicho país. Los socialdemócratas chilenos fueron admitidos también sin discusión’.” (Américo Zorrilla: “Recabarren, comunista patriota internacionalista” en “Don Américo un chileno comunista”. Italia, 1981, página 122)
Recabarren tuvo también importante influencia en el movimiento obrero boliviano, a través, especialmente del periódico “El Despertar de los Trabajadores”, que editaba en Iquique, como también a través de la organización sindical. Por ejemplo en Bolivia existió una sección de la FOCH chilena.
En su Conferencia “Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana”, dictada en Rengo el 3 de septiembre de 1910, Recabarren, ajeno a todo chovinismo, definió lo que realmente fue la llamada guerra del Pacífico, “una guerra de conquista en que la clase gobernante de Chile se anexó a la región salitrera”.

FUNDADOR DEL PARTIDO COMUNISTA
El 4 de junio de 1912 Recabarren convocó a alrededor de 30 trabajadores para constituir el partido revolucionario de la clase obrera. Se reunieron en el caserón donde se imprimía ’El
Despertar de los Trabajadores’, ubicado en la calle Barros Arana Nº 9 en el puerto de Iquique.
En el Acta de la sesión del 4 de junio de 1912, publicado por el ‘Despertar’ se mencionan 27 nombres, agregando ‘y otros amigos’. Estos son los fundadores del Partido Comunista de Chile. La nómina aparecida en el periódico obrero es la siguiente:
Emilio Recabarren, Presidente; Enrique Salas, Vicepresidente; Néstor Recabarren, Secretario; Ruperto Gil, secretario; David Barnes (ciudadano ecuatoriano) Tesorero; Nicolás Bretón (ciudadano español), Delegado; Teresa Flores (la única mujer); Vicente Olivos, José Francisco García, Luis Figueroa, Ladislao Córdova, Juan Álvarez, Elías Lafertte, José del Carmen Aliaga, Carlos A. Martínez, Salvador Barra Woll, Miguel Carrasco, L. Zavala, J. Faúndez, E. Jorquera, L. Vargas, E. Díaz, D.M. Agüero, R. Olivares, E. Corbetto Véliz y A. López.

PADRE DEL MOVIMIENTO OBRERO
Educó también con sus discursos, conferencias, polémicas públicas y con sus conversaciones personales. Escribió varios libros y folletos, además de sus numerosos artículos de prensa.
Recabarren es el más grande educador de masas de la historia de Chile. Pero fue, además, un extraordinario organizador y un líder obrero.
Con mucha dedicación, esfuerzos y sacrificios, logró entregar a los trabajadores chilenos los tres elementos que le permitirían jugar un papel importante en los acontecimientos nacionales:
1) Forjó conciencia de clase en amplios sectores obreros, a través de la educación y de su ejemplo. En 1912, escribió: “Es necesario convencer a los trabajadores que son un gran poder, como no hay otro, pero que la fuerza de su poder reside en su organización”.
2) Creó el partido revolucionario de los trabajadores. El 4 de junio de 1912, fundó en Iquique el Partido Comunista de Chile.
3) Reconstruyó el movimiento sindical clasista, que había surgido en enero de 1900 con las Mancomunales, las que desaparecieron con la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, perpetrada el sábado 21 de diciembre de 1907.
Fue, al cumplirse estas tres condiciones, que nació el movimiento obrero chileno. Por eso se le llama a Recabarren Padre del Movimiento Obrero de Chile.


SOLIDARIZANDO CON LA REVOLUCIÓN DE 1917
Al producirse la Revolución Socialista del 7 de noviembre de 1917, el padre del movimiento obrero chileno solidarizó de inmediato con los trabajadores que se habían tomado el poder en Rusia .
Estando en Buenos Aires, escribió el 22 de diciembre de 1917: “Doy, sin vacilar, mi voto de adhesión a los maximalistas rusos, que inician el camino de la paz y de la abolición del régimen burgués, capitalista y bárbaro. Quien no apoye esta causa, sostendrá el capitalismo con todos sus horrores”. (Reproducido en “Adelante”, de Talcahuano, el 13 de febrero de 1908)
Después de visitar la naciente República Soviética a fines de 1922 y comienzos de 1923, dictó una serie de conferencias. En una de ellas señaló: “Fui a ver si la clase trabajadora había abolido ya definitivamente el estado de explotación capitalista y de tiranía... Y pude ver con alegría que los trabajadores de Rusia tenían efectivamente en sus manos toda la fuerza del poder político y económico”.
Esas charlas fueron publicadas en un folleto titulado “Rusia Obrera y Campesina”.
Julieta Campusano entrega un antecedente desconocido y muy importante: “En la “historia de Chile, publicada en 1967 por el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de la URSS, se dice que Luis Emilio Recabarren con todo fundamento, puede ser considerado el primer historiador chileno de la Revolución Socialista de Octubre”. (Julieta Campusano: Obra citada, página 110)

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA
Recabarren fue un militante disciplinado. Estaba en la cárcel de Tocopilla, cuando tuvo lugar el Segundo Congreso Nacional del Partido Comunista, realizado en Antofagasta el 1 y 2 de junio de 1920. Este evento acordó proclamarlo candidato a la Presidencia de la República, para enfrentar al demagogo y uno de los más sangrientos masacradores de nuestra historia, Arturo Alessandri Palma. Fue el primer candidato obrero a la Presidencia de Chile. Logró reunir una escasa cantidad de .votos.

NACIONALIZAR NUESTRAS RIQUEZAS
Luis Emilio Recabarren fue el primero que en Chile planteó la necesidad de nacionalizar nuestras riquezas naturales, entre ellas el cobre.
Estando preso en la cárcel de Tocopilla, escribió el 11 de agosto de 1920, un artículo titulado “Pongamos remedio al mal”. En donde señaló:
“Los problemas de la miseria y de la esclavitud no terminarán mientras tanto la clase obrera se resigne a sufrir la actual organización social. No son los burgueses los que van a remediar el mal, tenemos que ser nosotros..”. Y agregó:
“Nacionalicemos las industrias extractivas. Nacionalicemos las minas del carbón, las salitreras, los bosques, el cobre... Nacionalizar las industrias y la administración en manos de obreros; éste es el único remedio del mal de la esclavitud y la miseria. Si Chile es de los chilenos, que sea de verdad; que sea para todos y no para unos pocos privilegiados que se vuelven déspotas y tiranos”. (“El Socialista”, Antofagasta, 11 de agosto de 1920)

LOS PRIMEROS DIPUTADOS COMUNISTAS
Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz, fueron los primeros comunistas elegidos diputados. Ello ocurrió en las elecciones de marzo de 1921.
Escribe Elías Lafertte. “Cuando Recabarren iba a hablar, en la Cámara se producía expectación. Hablaba ante los honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario sencillo y claro, su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que tenía que decir, las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las cuestiones más revolucionarias; todo lo exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones” (Elías Lafertte: “Vida de un Comunista”, página 162)
Volodia Teitelboim recordaba en enero de 1975 en un acto en Moscú: “Los dos diputados comunistas, Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz, interpelaron al Gobierno de Arturo Alessandri porque el 28 de marzo clausuró la única escuela que funcionaba en el centro minero El Taldo –creada y financiada por los trabajadores- so pretexto que los alumnos allí cantaban La Internacional. Recabarren manifestó: ‘Si de 500 obreros de la mina, 400 son comunistas, es lógico que sus hijos entonen la canción más popular en el mundo, cuyo nombre temen los señores diputados burgueses en Chile. Además es una bella canción’.
Uno de los parlamentarios de derecha quiso dárselas de gracioso y ridiculizar a Recabarren:
¿por qué no la canta? Y Recabarren la cantó entera con desafiante aplomo”.

Recabarren fue un líder de una inteligencia preclara, convincente, con enorme atractivo para las masas, sencillo y modesto, que jamás ocupó cargo de dirigente nacional en el Partido ni en la FOCH, y que actuó siempre con un acentuado espíritu democrático.

EDUCADOR DE DIRIGENTES OBREROS
Recabarren, como gran educador, formó muchos líderes obreros. Unos, a través del trabajo directo con él, como es el caso de Elías Lafertte Gaviño que, siendo un sencillo obrero del salitre, llegó a ser fundador del Partido Comunista, secretario general de la FOCH, senador y el primer Presidente de su Partido.
En junio de 1911 trabajaba Elías Lafertte en la oficina salitrera ‘Ramírez’ y fue invitado por un obrero amigo ir a recibir a Recabarren a la estación de Huara. El propio Lafertte relata así su primer encuentro con Don Reca: “Cuando el tren llegó y empezaron a bajar los viajeros, yo me preguntaba cuál podría ser Recabarren. De pronto vimos bajar a un hombre de cabellos y bigotes negros, ojos capotudos y porte desgarbado. Usaba pantalones anchos y los bolsillos de su chaqueta parecían llenos de papeles... Inmediatamente nos acercamos y nos saludó uno por uno...” Lo acompañaron a la pensión donde se quedaría y conversaron hasta la madrugada. Concluye Lafertte: “Yo tampoco sabía que esa noche de junio de 1911, mi camino junto a la clase obrera de Chile había quedado trazado para siempre” (Elías Lafertte: “Vida de un Comunista”, páginas 70 a 72)
Otro es el caso del ya citado Salvador Ocampo.

ADMIRADO POR UN JOVEN ANARQUISTA
Pero hubo obreros que sin actuar junto a él, recibieron su influencia. Uno de ellos, es Juan Vargas Puebla.
En una conversación que tuve con él en enero de 1991 me relató:
“A comienzos de 1924, en el barrio pobre que yo vivía, se hizo un acto en la esquina de Moneda con Cueto, en que se exigía la rebaja de los arriendos. Allí vi y escuché por primera vez a Recabarren, hablando arriba de un cajón azucarero.
El 1º de Mayo de ese mismo año lo escuché tres veces. Primero en un acto unitario efectuado en la Alameda.
Terminado éste, los de la FOCH, con Recabarren a la cabeza, marcharon en dirección al cerro Santa Lucía. Yo, por entonces tenía 16 años de edad y era dirigente de la Juventud anarco-sindicalista. Llevando la bandera de esa juventud, seguí a los fochistas. En la Plaza Vicuña Mackenna, que está junto al cerro, Recabarren se subió a un muro y pronunció un segundo discurso.
Después nos dirigimos al local de la FOCH en la esquina de Agustinas con Tenderini. Era una vieja casa con un balconcito. Desde ahí habló Recabarren dando por finalizada la jornada de ese medio día.
Sin que nadie me lo pidiera y ni estar programado, subí hasta el balcón y dije unas palabras en nombre de los jóvenes anarco sindicalistas. La gente que escuchaba, casi todos comunistas, me aplaudió. Fue la primera ocasión en que hablé en público. Estaba nervioso y emocionado. Cuando finalicé, Recabarren, me acarició la cabeza y me dijo cariñosamente:
-‘Bien muchacho, lo has hecho muy bien’.
Me sentí feliz. Esa fue la segunda y última vez que vi vivo a Recabarren”.

CONTRA EL ANARQUISMO
La fraternal y comprensiva actitud de Recabarren con el joven anarcosindicalista no fue más que eso, porque el maestro jamás dejó de luchar contra la ideología anarquista. En Buenos Aires libró una famosa polémica contra los elementos de esa tendencia cuando en 1907 participó en un Congreso Sindical en representación de los obreros gráficos de ese país. Ese año se publicó en Buenos Aires el trabajo de Recabarren “Controversia con los anarquistas”.
“Tampoco se pueden entender los éxitos del movimiento obrero chileno –escribió Orlando Millas- si no se toma en cuenta su lucha (de Recabarren) de decenios contra el revolucionarismo pequeño burgués. Luis Emilio Recabarren construyó el movimiento sindical, la prensa y el Partido de los obreros en batalla ideológica intransigente y sin tregua con el anarquismo. El mismo Recabarren enfrentó, en los últimos años de su vida, a la corriente fraccional denominada de los ‘jóvenes revolucionarios’, que condenaban la actuación en el parlamento y en los sindicatos y propugnaban la ‘acción directa’.” (Orlando Millas: “La lucha ideológica en el Chile de hoy”, en “Principios” Nº 141-142, septiembre-diciembre 1971, páginas 28 – 29)

POR EL CAMINO DE RECABARREN
Juan Vargas Puebla, obrero de la construcción, siguió -sin saberlo- la misma senda del líder que había admirado en su juventud.. A los 24 años de edad ingresó al Partido que Recabarren fundara 20 años antes.
Guardando las proporciones, son notables las similitudes entre el maestro y su discípulo. Ambos comenzaron a laborar como obrero a la edad de 14 años; Los dos dedicaron sus mejores esfuerzos a la unidad y organización de los trabajadores. Ambos dieron importancia a la educación de estos. Crearon prensa obrera, escribieron artículos y folletos. Tuvieron dedicación por la cultura popular, en especial el teatro proletario.
Los dos fueron ejemplares diputados obreros y su oratoria era elocuente y convincente.

ADIOS AL LÍDER OBRERO
En 1981, Juan Vargas Puebla, estando exiliado en México, escribió:
“Volví a ver al maestro Recabarren el 21 de diciembre de 1924, ahora dormido para siempre en un ataúd, en medio de una severa capilla ardiente en el local de la Unión de Obreros Ferroviarios, en la calle Bascuñan Guerrero Nº 345. Pálido, los ojos cerrados, las manos cruzadas sobre el pecho, cubierto de flores rojas y por las banderas de Chile y del Partido Comunista. Era la expresión más elocuente de la serenidad que lo caracterizó toda su vida de apasionado luchador revolucionario por la causa de la justicia social, del socialismo y del comunismo”. Hasta aquí el testimonio de Juan Vargas Puebla.
Los funerales de Luis Emilio Recabarren, fueron multitudinarios. Una gigantesca columna caminó entre una doble fila de obreros que, tomados de las manos, formaban dos cadenas humanas, que partían desde el local de la calle Bascuñan Guerrero, seguían por Alameda, Estado, Mapocho, Avenida La Paz, hasta el mismo Cementerio General.
“En la plazuela del Cementerio -relata Elías Lafertte- comenzaron los discursos. Simultáneamente, desde pequeñas tribunas, hablaban diez o más oradores. Algunos, a falta de tribunas, se subían a los barrotes de las ventanas de las casas y desde allí despedían los restos de Recabarren. Hubo un instante en que conté hasta quince personas hablando simultáneamente a la muchedumbre”.

EL SUICIDIO
Luis Emilio Recabarren se había suicidado el viernes 19 de diciembre de 1924. Fue algo tan sorpresivo, que muchos pensaron que había sido asesinado. El Partido Comunista y la FOCH actuaron con toda responsabilidad. No escucharon a quienes sugirieron que se culpara de la muerte del líder obrero a los militares que estaban en el poder.
Nombraron una comisión investigadora. Ésta, después de un acucioso estudio, llegó a la conclusión que en realidad se había suicidado.
Sobre la causa del suicidio de Recabarren se han tejido muchas fábulas. Se ha escrito que el Maestro se suicidó porque volvió desilusionado de su viaje a Rusia Soviética. Ello es falso. Al regreso de esa visita, realizada en 1922, escribió y dictó muchas charlas sobre el tema, donde mostró la hermosa experiencia vivida en ese país gobernado por obreros y campesinos. Otros afirman que el golpe de los militares del 11 de septiembre de 1924 lo habría aplastado, porque significaba el derrumbe de toda su obra. Hay testimonios de todo lo contrario.
¿Cuáles fueron las reales causas de que Recabarren se suicidara con una pistola que había comprado en Europa en 1922?
Son varias y complejas.
- Un severo desgaste que le significó dedicar treinta años a una lucha dura, difícil y sin tregua, contra los enemigos de clase.
- La permanente persecución, calumnias y juicios arbitrarios llevados cabo por las autoridades reaccionarias,
- La represión policial, los encarcelamientos y el exilio sufridos;
- Los arteros ataques de una fracción trotskista al interior del Partido;
- Una seria enfermedad al cerebro. Esta habría sido diagnosticada en Europa en 1922.
Sufría de terribles dolores de cabeza.

OPINIONES DEL AUTOR
Al respecto del suicidio del maestro, pensamos que, además de las causas ya enumeradas, existen dos cuestiones que se deben tener en cuenta.
Una, su temor a tener un final no digno de un dirigente obrero. Para pensar esto, nos basamos en algo ocurrido en 1916 y que relata Salvador Ocampo. En una oportunidad Recabarren dijo, conversando con unos obreros, “viviré como Recabarren, seré Recabarren y no llegaré a viejo, porque moriré Recabarren”.
Al pedirle Salvador Ocampo que le explicara que quiso decir con eso, Recabarren le respondió:
“Mira, suponte tú que pasan los años y un día un señor va con un niño en un paseo público y ve a un viejito que le está tirando miguitas de pan a unas palomitas. Y el niño le pregunta al caballero con quien va: ‘Oiga, ¿y ese señor quien será? Entonces el otro le dice: ‘Bueno, ese es Recabarren’. ¿Te imaginas? ¡Yo! A mí las circunstancias del país, las circunstancias políticas, me han colocado en un puesto en que soy una especie de cabeza visible de un movimiento de renovación. ¡Yo no llegaré a eso! ¡Yo no llegaré a eso!”
Pensamos que cuando Recabarren apretó el gatillo de la pistola, tenía clara conciencia que, no por la edad, tenía entonces 48 años y cinco meses, sino por esa maldita enfermedad al cerebro, podría llegar a ser ese viejito que tiraba miguitas a las palomas.
Por otra parte, hemos llegado a la conclusión que Recabarren sufría de depresión endógena. En varias ocasiones en que estaba en los momentos más brillante de su existencia, tenía reacciones muy depresivas. Ello ocurrió, por ejemplo, en 1912.
Y en 1924, poco antes de suicidarse, estaba pleno de energía y entusiasmo durante una gira que realizó al sur, y en un Congreso de los Empleados Particulares, en el que tuvo un brillante desempeño. También por esos días había escrito una carta a los compañeros de Antofagasta anunciándoles visita para fin de año.

UN HOMBRE EXCEPCIONAL
Luis Emilio Recabarren fue un revolucionario consecuente. Un hombre extraordinario, fuera de serie. Pero un hombre, al fin y al cabo. Con virtudes y cualidades sobresalientes.
También con debilidades y defectos.
Naturalmente no nació revolucionario. Se fue forjando a través de un proceso, no libre de contradicciones.
Fue un obrero, por ello su relación con el proletariado no era la de un elemento extraño a él. Era uno de sus iguales.
De fuerte personalidad, sufría –sin embargo- momentos de hondas depresiones.
Sentimental y sensible, de un profundo humanismo. De una honestidad a toda prueba.
Es el padre del movimiento obrero chileno, fundador del Partido Comunista, creador de la prensa obrera, impulsor del teatro proletario.

PRESENTE, HOY Y SIEMPRE
Su ejemplo sigue vivo.
Su obra, sus palabras, tienen hoy total vigencia..
En cada acción, en cada combate que libramos, está el Maestro presente.
Marcha con nosotros en la dura lucha de cada día.
Es bandera de todos los revolucionarios consecuentes.
Por eso, sus herederos repetimos con Neruda:

”Recabarren, hijo de Chile,
padre de Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierra y tormentos
nace la fuerza de los días
venideros y vencedores”.

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Ciclo de Charlas "Ricardo Fonseca Aguayo"

La Comisión de Educación de la Dirección Comunal Ñuñoa del Partido Comunista de Chile, da inicio este sábado 18 al ciclo de charlas “Ricardo Fonseca Aguayo”, en homenaje al educador y ex Secretario General de nuestro Partido, al cumplirse el 21 de este mes de julio, 60 años de su fallecimiento. La primera charla tendrá como tema “La Lucha Electoral” y se efectuará el sábado 18 de julio, a las 16 horas, en el Colegio de Profesores (Ezequiel Fernández Nº 1433 B).

Estas charlas son absolutamente gratuitas y solo se les pide a los compañeros y amigos que concurran que aporten con algo para “picar” o bebidas.

Comisión de Educación de la Dirección
Comunal Ñuñoa del PC de Chile

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